Extiendo mi brazo izquierdo para entregarle el papel cuadriculado doblado en cuatro partes que le había prometido tan solo unos días atrás. Ella lo mira ansiosa y detenidamente, mientras lo recibe con su mano opuesta, y levantando su rostro me dirige su mirada, y con una ligera sonrisa me regala un somero agradecimiento.
Luego de una pequeña advertencia, le pido que inicie a leer el papel, mientras yo, impulsado, tal vez por los nervios o por la expectativa del momento, saco una excusa y me desaparezco del lugar rápidamente, sabiendo aun que mi presencia no se movería ni un instante del allí.
El papel, más que un cuento o una historia, es una forma discreta de hacerle saber que la quiero, y que a pesar de que sé, que lo que siento por ella no es amor, o por lo menos un amor profundo, quisiera que llegara esa oportunidad, de la cual anteriormente ya habíamos platicado, y de la cual yo sé la respuesta también.
Ese día mas tarde, la vuelvo a ver, y mi corazón se acelera y la adrenalina fluye a través de mi cuerpo; se me acerca mirándome fijamente y me da un beso; yo consternado no modulo palabra, simplemente la tomo entre mis brazos y la aprieto fuertemente contra mi pecho.
Entre besos y caricias, aprieto fuertemente mi almohada, y despierto con un sabor amargo a tristeza, por saber que ella cada vez se encuentra mas alejada, cuando yo quisiera que estuviera junto a mi, con esa oportunidad tan esperada, pero que se que aún no llegará, o que lo mas seguro, es que ni siquiera llagará.
Por lo pronto me tranquilizo, bebo un poco de agua y pienso en que cada persona toma sus propias decisiones, y que ella no quiso abrir su corazón a mi, pero otra mujer lo hará y apreciara el cariño que le brinde, además, no todo en la vida es juego, y por experiencia propia, sé que las personas a veces nos perdemos de conocer muchas cosas bellas de otro ser, tan solo por querer divertirse, cuando lo esencial esta en cosas mas profundas; esas cosas que solo unas pocas personas alcanzamos a percibir.
Al otro día, la veo con un “amigo”, casi tan dichosa, como se vería conmigo, y a mi mente viene un triste, pero real pensamiento que se pregunta si será al fin alguien definitivo, o será parte de otra salida amistosa, que deja como consecuencia mi corazón partido.por: Alejandro Gómez Jaramillo
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